sábado, 28 de noviembre de 2020

No sabemos el día ni la hora, por ello necesitamos estar siempre despiertos y no adormentarnos


No sabemos el día ni la hora, por ello necesitamos estar siempre despiertos y no adormentarnos. Vigilar y orar para no caer en tentación. Por eso dice el apóstol: ¡Despierta, tú que duermes, levántate de entre los muertos y Cristo te iluminará (Ef 5,14)!

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