viernes, 18 de septiembre de 2020

Jesús no se ve a si mismo como un superhombre


Queridos hermanos y hermanas en Cristo, el Evangelio de hoy nos muestra las actividades de Jesús: Pasó por pueblos y aldeas anunciando la Buena Nueva. El relato que leemos hoy afirma que estaba acompañado por sus discípulos y otras mujeres. Podemos reconocer tres nombres: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios, Juana, esposa del mayordomo de Herodes, y Susana.  

Aquí está un resumen de la lectura de hoy. ¿Qué lección se ha aprendido para nuestra fe?

En el cumplimiento de su misión, Jesús es acompañado, dejando a cada uno la posibilidad de participar, de colaborar en la obra. Jesús no camina solo. Él, que es Dios, sabe y comprende que, para llevar a cabo su misión, necesita la colaboración de los hombres, cada uno aportando su contribución al edificio según la medida de sus medios. Jesús no disocia su misión de la comunidad. La comunidad es una misión y es en la comunidad misma donde comienza la misión.  No se ve a sí mismo como un superhombre que salvará almas solo, llama con él a otros 12 y se deja ayudar por las buenas y generosas mujeres que quieren ayudarle.

En este hermoso equipo, cada persona cumple un papel particular. Pedro, me atrevo a suponer, respeta la juventud y la rapidez de Juan. Mateo, el recaudador de impuestos, respeta la tarea encomendada a Judas. Pero también podemos imaginar que hay problemas reales que, sin embargo, se superan: pensemos en la petición de la madre de los hijos de Zebedeo: "Que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda. Y la Biblia dice que los otros diez, cuando escucharon esto, se indignaron contra los dos hermanos. 

Cada uno de nosotros puede pensar en nuestro trabajo, nuestra familia, nuestros amigos. ¿Qué lugar ocupa la comunidad, el trabajo en equipo, en mi vida? ¿Y cuál es la calidad de mi servicio para la realización de una obra común?

Muy a menudo, esperamos un equipo mejor. El esfuerzo consiste en aceptar la situación actual y brillar donde se está, florecer donde se siembra. A lo largo del día podemos pensar en este grupo alrededor de Jesús. Imagina cómo vive con cada uno de sus discípulos. ¿Qué relación tiene con sus generosas esposas? Entonces, entremos dentro de nosotros mismos: Que el Señor nos ayude a construir una buena comunidad donde vivimos. 

¡Amén!

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